En todas las casas hay elementos protagonistas que aportan carácter y personalidad. Uno de los más importantes es el suelo, que puede ser diferente en las estancias o uniforme en toda la vivienda.
Pero, ¿qué tipos de suelo para tu casa puedes elegir? ¿Cuáles son mejores? Si estás pensando en renovar tus suelos, debes saber que en esta decisión entran en juego diferentes factores. En primer lugar, el estado de nuestro suelo actual y tus necesidades (¿Buscas un suelo cálido? ¿O mejor uno fácil de limpiar y mantener? ¿Prefieres que aporte luz a tu casa?). Por último, nunca debes perder de vista el presupuesto con el que cuentas para renovarlos. Teniendo en cuenta esto, existen diferentes tipos de suelos para tu casa, cada uno con sus características y ventajas. Para ayudarte a elegir siempre el mejor, hemos elaborado una lista con los diferentes tipos de suelos y las novedades del mercado. ¿Quieres conocerlos? ¡Toma nota!
Suelos de parquet
Quizá este tipo de suelo sea el más conocido y utilizado. Se trata de un suelo de madera formado por una capa (que suele ser de madera maciza) o varias capas (también llamado parquet multicapa).
Hay que decir que existen diferentes maneras de instalar el parquet. Uno de los más utilizados en la actualidad es el parquet o tarima flotante. Este tipo de instalación se basa en colocar el parquet sobre el suelo antiguo, sin pegarlo. Por otro lado, también existe el encolado, con el que es necesario realizar una obra mayor. El encolado consiste en pegar las nuevas tablas de parquet al suelo, lo que consigue que el suelo sea más estable y se eviten ruidos de la madera.
Por lo general, el parquet es un suelo cálido, que aporta un toque muy natural debido a las vetas de la madera. Además, funciona como aislante del ruido y se puede lijar y acuchillar varias veces (sobre todo aquellos parquet de madera maciza). Esto hace que, aunque requiere un mantenimiento periódico, puedas renovarlo con el paso del tiempo y volver a disfrutarlo como nuevo. En cuanto a su precio, por sus características es algo más caro que otro tipo de suelos, como los suelos laminados, aunque esto dependerá de la madera (roble, pino, haya cerezo…) y del tipo de instalación escogida.

Suelos laminados
Aunque muchas personas piensan que el parquet y los suelos laminados son lo mismo, no es así. Mientras que el material del parquet es la madera maciza, los suelos laminados están formados por materiales sintéticos, distribuidos en varias capas, con una capa superior que imita el acabado de la madera.
Su instalación suele ser muy sencilla, ya que se realiza de manera flotante (por eso se le conoce popularmente como tarima flotante) y muchos incorporan un sistema de clic para que la instalación sea mucho más rápida.
Entre sus ventajas se encuentra su fácil mantenimiento, su durabilidad y resistencia, sobre todo a la humedad, los arañazos y las manchas. En cuanto a su precio, suele ser más económico que los suelos de parquet. Además, en los últimos años ha mejorado enormemente la calidad de este tipo de suelos, consiguiendo un acabado muy parecido a los suelos de madera.
Al ser un material sintético y, al contrario de lo que sucede con el parquet, no funciona como aislante del ruido y no es posible lijarlo ni barnizarlo. Esto hace que no pueda repararse a lo largo del tiempo.

Suelos vinílicos o de PVC
Loa suelos de vinilo han ido ganando popularidad a lo largo de los años, debido a que son una de las alternativas más asequibles y rápidas para renovar el suelo de casa. La razón principal es la facilidad en la instalación, ya que solo hay que colocarlos sobre los suelos antiguos, por lo que no necesita obra.
Para instalarlos, solo hay que comprobar que el suelo base esté nivelado y limpio. Podrás optar por los suelos vinílicos autoadhesivos (colocándolo a modo de pegatina), con un sistema de clic o autoportantes, que se fijan al suelo gracias a su propio peso.
Además, actualmente existen una gran cantidad de diseños y colores, capaces de imitar otro tipo de suelos como la madera o las baldosas. Su ventaja principal está en la limpieza, ya que se pueden humedecer para limpiarlos fácilmente.
En cuanto a sus inconvenientes, es menos resistente frente a roces y al contacto con materiales u objetos calientes.

Suelos cerámicos o de gres
En los últimos años se han convertido en una de las opciones más escogidas para renovar los suelos de casa. La razón principal es su resistencia y la posibilidad de instalar un suelo antideslizante, pero también la variedad para elegir los diseños, los colores y la calidad.
Las estancias en las que más se suele instalar son cocinas, baños y terrazas. No obstante, cada vez se están eligiendo más para otras estancias de casa, como salones o dormitorios. ¿La razón? La variedad en los acabados hace que haya opciones con una imitación muy conseguida de la madera.
En cuanto a su mantenimiento y limpieza, es bastante sencillo. Son muy resistentes a los golpes, las manchas y los roces. Su desventaja principal es que es un suelo frío y duro, por lo que la pisada es algo incómoda y es necesario realizar una buena impermeabilización.
¿Y su precio? Como habrás supuesto, instalar un suelo cerámico es bastante económico en comparación con otro tipo de suelos.

Suelos de baldosa o azulejo
Aunque esta opción ha ido perdiendo peso en algunas estancias de la casa, sigue siendo muy recurrida para terrazas, baños y cocinas. Son suelos muy económicos tanto por el material como por la instalación (suele ser bastante sencilla) y destaca la variedad de estilos y acabados entre los que elegir.
Otras de sus ventajas son la impermeabilidad y la resistencia a las manchas, haciendo que sean fáciles de limpiar. Por el contrario, son suelos fríos y, al contrario de lo que sucede con los suelos cerámicos, son más frágiles, lo que los hace menos resistentes a golpes o grietas.

Suelos de piedra
Sin duda, uno de los suelos más resistentes que puedes encontrar. Suelen instalarse en viviendas de zonas más calurosas, ya que son suelos fríos.
Lo más importante a la hora de elegir un suelo de piedra es conocer la porosidad del material. Cuanto más poroso sea, menor resistencia a las manchas y suciedad tendrá y más difícil será de limpiar.
A la hora de elegir este tipo de suelos puedes optar por mármol, granito, pizarra, caliza… Con un suelo de piedra te asegurarás de tener un suelo duradero y resistente durante muchos años, tanto en interior como en exterior. No obstante, debes tener en cuenta que el precio del material es mayor y la instalación más complicada.

Suelos de hormigón o microcemento
Una de las últimas tendencias en suelos es el microcemento. Se trata de una alternativa con una gran adherencia y continuidad, ya que se aplica por igual en todo el suelo sin división de juntas.
A la hora de colocarlo, no es necesario eliminar el suelo anterior (a excepción del parquet y la tarima), lo que abarata la instalación. Otra de sus ventajas se encuentra en su variedad, pudiendo escoger entre diferentes colores.
Con el microcemento conseguirás un suelo muy moderno y con poco mantenimiento, apto tanto para interiores como para exteriores. Asimismo, es muy resistente (no se agrieta), impermeable y, en la mayoría de opciones, antideslizante.

Moqueta
Por último, hablaremos del suelo de moqueta. Aunque hace algunas décadas era una de las opciones más demandadas, su uso se ha ido relegando en beneficio de otro tipo de suelos.
Es una buena alternativa para dar un estilo retro a las habitaciones. Tradicionalmente se instalaban para dar calidez y aislar el suelo del frío y los ruidos. Además, su colocación es muy sencilla.
Su principal desventaja, sin duda, es la limpieza. Puede resultar algo antihigiénica, ya que es muy sensible a manchas, líquidos, productos abrasivos, aceites, etc. Por este motivo, es necesario limpiarlas y desinfectarlas de manera habitual, para evitar la acumulación de polvo y ácaros.
Igualmente, no son aptas para todas las estancias. Si bien pueden ser una buena opción para dormitorios o salones, se desaconseja totalmente para baños, cocinas o zonas exteriores.
En cuanto a su variedad, existen moquetas fabricadas con diferentes materiales, como el nylon, la lana o fibras vegetales. En función del tipo de material que queramos, variará su capacidad de aislamiento (térmico y sonoro), así como en el nivel de confort que aporta.

¿Cuál es el mejor suelo para tu casa? Recuerda que, al elegir un suelo, debes hacer un balance entre tus gustos y las características de tu casa. Afortunadamente, hoy en día existen numerosos tipos de suelos, que se pueden adaptar sin problemas a las necesidades y presupuesto de cada persona. Si estas pensando en cambiar los suelos de tu casa, lo mejor es que contactes con un instalador de suelos en Madrid. Te podrá asesorar sobre los mejores tipos de suelo para tu vivienda, teniendo en cuenta tus preferencias y adaptando el precio a tu bolsillo. Solo tienes que hacer una solicitud gratis desde nuestra web o APP y, en unos minutos, recibirás la respuesta de diferentes instaladores cerca de tu zona. Podrás comparar y elegir al mejor profesional en función de la calidad-precio que busques. ¡Antes de lo que piensas estarás disfrutando de tu nuevo suelo en casa!
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