Piscinas en Madrid (5)

Una piscina es todo diversión y risas hasta que llega el momento más temido: el de limpiarla. Para ayudarte, te facilitamos un paso a paso de cómo limpiar una piscina. Pero, te advertimos que es una tarea que requerirá de bastante dedicación y esfuerzo. Si estás preparado para sumergirte a este desafío, ¡allá vamos!

• Empezaremos por quitar toda la suciedad y desechos que veamos en la superficie, como hojas y bichos, con la ayuda de un recogedor de hojas sujeto a una pértiga telescópica. Esta es una tarea relativamente sencilla que recomendamos realizar diariamente para mantener tu piscina limpia y lista para ser usada.
• Luego, hay que limpiar cuidadosamente los lados, escaleras y escalones con un cepillo para piscinas. De ser necesario, aplica un poco de fuerza para sacar la suciedad difícil. Te aconsejamos que repitas este paso cada semana.
• Con un limpiafondo de piscinas limpia el suelo en el fondo de la misma como si estuvieras aspirando una alfombra. Un limpiafondo automático es lo ideal para hacer el trabajo de manera rápida, pero un limpiafondo manual también te valdrá. En lo que respecta a los automáticos, te recomendamos los robots por su eficacia y practicidad, al fin y al cabo es una inversión que vale la pena hacer si quieres un trabajo bien hecho pero con poco esfuerzo. Realiza esta limpieza como mínimo una vez a la semana para evitar la acumulación de suciedad y bacterias.
• ¡Hora de sacar el químico que llevas dentro para testear el pH del agua! Los químicos en el agua de tu piscina ayudan a que esta se mantenga limpia. Sin embargo, factores como el clima o el propio uso pueden afectar sus niveles. Es importante que verifiques el pH del agua al menos 3 veces a la semana para comprobar que es seguro usarla. Y no, no tienes que ser Marie Curie para hacerlo, simplemente tendrás que comprar un test de pH y seguir las instrucciones del mismo. El pH de tu piscina debe encontrarse entre los valores 7.2 y 7.8. Si el resultado no se encuentra entre esos valores, deberás ajustarlo con un reductor o elevador de pH.
• Revisa y limpia el filtro y toda el área que lo rodea para mantener lejos todo tipo de suciedad, mugre y acumulación de residuos.
• Para terminar tu limpieza coloca tabletas sanitizantes de cloro para matar las bacterias que puedan estar presentes en el agua de tu piscina, siempre siguiendo al pie de la letra las instrucciones del producto.

Si tantos pasos, productos y químicos te agobian no desesperes, en timbrit encuentras fácilmente a los mejores profesionales de limpieza de piscinas en Madrid. Solo tienes que hacer tu solicitud gratis desde la web o APP para chatear directamente con ellos y recibir presupuestos a medida.

Mantener tu piscina limpia no es tarea fácil. Para aguas transparentes y libres de bacterias el cloro es sin dudas la mejor herramienta pero, ¿cómo calcular el cloro necesario en una piscina? Una cantidad excesiva podría ser perjudicial para la salud, provocando daños en nuestra piel y ojos. Mientras que una cantidad baja no cumpliría con el objetivo de mantener el agua libre de bacterias. La buena noticia es que no hay que ser científico para saberlo y nosotros te contamos cómo.

Primero lo primero, ¿cuánta agua cabe en tu piscina?
Antes de hacer cualquier cálculo debes tener en claro cuál es la capacidad de tu piscina. Para saberlo mide y luego multiplica la longitud, el ancho y la profundidad promedio. Luego, multiplica el resultado por 7,5 si se trata de una piscina rectangular, 6,7 para una ovalada y 5,9 para una redonda.

Revisa el nivel actual de cloro
Antes de colocar el cloro en el agua testea el nivel actual que tienes en el agua utilizando una tira reactiva. Deberías mantener el nivel de cloro del agua entre 1 y 1,5ppm.

¿Pero, cómo se consigue el cloro?
El cloro viene en varios formatos, líquido, polvo o pastillas. En tiendas especializadas podrán aconsejarte cuál es la opción más adecuada para tus necesidades.

Haz matemáticas y añade el cloro
Para saber cuánto cloro añadir deberás hacer un cálculo simple. El balance, cómo comentamos anteriormente, debe encontrarse entre 1 y 1,5ppm, para alcanzarlo debes calcular 0,4 y 1,5 gramos de cloro por cada metro cúbico; para formato en polvo y 2 litros por cada 10.000 litros de agua si se trata de cloro líquido. Haz matemáticas, añade la cantidad de cloro adecuada y espera el tiempo indicado por el fabricante para volver a utilizar tu piscina.

Verifica el pH del agua
Es de vital importancia que verifiques el pH del agua. Lo ideal es que lo hagas diariamente, de no ser posible debes revisarlo mínimamente 3 veces a la semana. Una cantidad excesiva de cloro puede provocar graves daños en los ojos y en la piel. Para hacerlo deberás usar un test de pH y seguir las instrucciones del mismo. El pH de tu piscina debe encontrarse entre los 7.2 y 7.8, de no serlo tendrás que corregirlo con un reductor o un elevador de pH dependiendo de las circunstancias.

Si quieres asegurarte de que el agua es segura para bañarte lo mejor es consultar a un experto que pueda asesorarte y enseñarte sobre el uso correcto del cloro según las necesidades de tu piscina. En timbrit encuentras fácilmente especialistas en construcción de piscinas en Madrid que podrán darte una mano para mantenerla en óptimas condiciones. Haz tu solicitud gratis por la web o APP.

Si quieres que tu piscina esté siempre lista para disfrutarla tendrás que hacer un esfuerzo periodico para mantenerla limpia y segura para el uso. El mantenimiento básico para piscinas gira en torno a tres conceptos: limpieza, circulación y química.

Circulación
No hay nada más desagradable e insalubre que el agua estancada. Para una piscina sana una buena y apropiada circulación es clave, así no sufrirá de problemas como agua turbia o infestación de algas. Asegúrate de mantener el sistema de bomba y filtro funcionando a diario para maximizar la circulación del agua. Lo ideal es que mantengas la bomba funcionando 24/7. Como sabemos que este es un consejo no apto para todos los equipos, y sobre todo, para todos los bolsillos, te recomendamos que como mínimo hagas funcionar el filtro por unas 10 o 12 horas al día.
Otra clave es lavar el filtro con frecuencia. Invierte el flujo para desviar el agua sucia y deshacerte de todo componente contaminante.

Limpieza
Para una buena limpieza las herramientas básicas serán: un recogedor de hojas, un cepillo para piscinas y una aspiradora. Es importante usar las tres herramientas al menos una vez por semana para mantener los residuos alejados del agua y las paredes y suelos bien limpias y libres de moho y suciedad. Si te preocupa dañar los mosaicos o el vinilo de tu piscina mezcla agua y bicarbonato de sodio para crear una pasta y úsala para cepillar y limpiar sin provocar abrasión.
Si quieres ahorrar tiempo, y esfuerzo, un robot limpiador será tu mejor amigo.

Química
Sabemos que este concepto tan esencial en el cuidado de tu piscina puede sonar intimidante, pero no desesperes, es bastante sencillo de entender y controlar. Lo primero que necesitarás en tu arsenal es un kit para testear el agua, así entenderás el estado del agua de tu piscina para poder empezar a balancearlo.
Los tres elementos clave en el balance químico son:

• Los niveles de pH: Analizarlas cuán ácida es el agua, que debe mantenerse en un rango entre 7.4 y 76.
• La alcalinidad: Ayudará a evitar subidones en los niveles de pH. El rango ideal es entre 100 y 150 ppp.
• Los niveles de sanitizantes: Como por ejemplo la cantidad de cloro en el agua. Los niveles adecuados van a variar dependiendo del tipo de sanitizante uses.

Cuando conozcas estos niveles vas a poder usar los químicos necesarios para alterar el balance del agua. Tomate tu tiempo, lee muy bien las instrucciones de los fabricantes y síguelas al pie de la letra. Asegúrate de entender qué hace cada uno y cómo afecta al agua antes de incorporarlos.

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